Foto de Daniel
SANTA PE DE GUAPALUPE
Santa Pe es una devota que se hizo santa
Subiendo, de rodillas, la cuesta del monte
A la ermita de Santa Casilda
En Briviesca, Burgos.
Casilda, en castellano Poesía
Un santa andalusí de Toledo
Fue hija de un Emir musulmán
Rey o Monarca
Quien, practicando la caridad
Llevaba alimentos a los prisioneros cautivos
Principalmente cristianos.
Descubierta por su padre: estos alimentos
Les ocultaba entre sus ropas
Por debajo del Monte de Venus.
Gracias a su fe y virtud cristianas
Cuando el padre le levantó las faldas
¡Estos alimentos se convirtieron en rosas¡
Fue martirizada y, por ello
Escapando de palacio
Marchó a Briviesca
Viviendo como eremita, o ermitaña
En una cueva
Junto al santuario, después elevado.
Por mayo, la novena de las flores
Santa Pe la pasaba levitando.
Ya había cortado mucho pelo
De su larga coleta
Que le llegaba al zancajo
Para ofrecerla a Dios
Y colocarla en la pared de la cueva
Hoy en la capilla de exvotos de la Santa.
Antes de empezar a subir la cuesta
Santa Pe se lavaba la cara
En el estanque milagroso de abajo
Que, para ella era bendito y santo
Como lo fue, en su día
Para la santa venerada.
Cuando empezaba a subir de rodillas
No lo hacía por un camino
Ni tampoco por vereda
Si no entre piedras y riscos
Llegando a la ermita
Con las rodillas en sangre y doloridas
Pero siempre cantando
Sin volver la cabeza:
“Cuando de Santa Casilda
Voy a la ermita
Se me hace cuesta abajo
La cuesta arriba
Y cuando bajo de la ermita
Se me hace cuesta arriba
La cuesta abajo.
Una tarde de mayo
Vinieron unas monjas a visitar la ermita.
Se encontraron con Santa Pe
La cogieron de la mano
E intentaron convencerla
De que viniera a su convento.
Ella les contestó:
-A monja no me he de meter.
Ya le he ofrecido a Santa Casilda
Mi mata de pelo
Y es ella quien me da consuelo.